Mini reseñas: Deja que ocurra (#1, #2) - Alice Kellen

¡Hola, hola!

¿Cómo estáis? ¡Espero que bien! Es increíble que ya estemos terminando el mes y la verdad es que se me ha pasado volando. Pero bueno, hoy os traigo una buena tanda de mini-reseñas donde os daré mi opinión sobre la bilogía de Deja que ocurra de Alice Kellen: Todo lo que nunca fuimos y Todo lo que somos juntos. Sinceramente, tenía muchas ganas de leer esta bilogía porque una amiga mía me la había recomendado pero, desgraciadamente, para mí fue una decepción. Eso sí, tengo muchas ganas de seguir leyendo a Alice Kellen porque su pluma es una de mis favoritas.

Porque a veces basta con un «deja que ocurra» para arriesgarlo todo

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.

Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.

Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.

Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.

Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

 

Título original: Todo lo que nunca fuimos | Autora: Alice Kellen | Saga: 1/2 | Editorial: Planeta | Páginas: 352 | Goodreads

Tenía muchas ganas de empezar con este libro porque sabía que me iba a atrapar al cien por cien, como en otros libros de Alice Kellen. Lo cierto es que devoré este libro en dos días por lo enganchada que estaba a la historia, pero creo que no es uno de los mejores libros escritos por la autora y que, para mí, los personajes me parecieron bastante indiferentes.

En esta parte de la historia, se nos introducen a los personajes de Axel y Leah, dos personas que han tenido que soportar la pérdida a sus alrededores. Leah es la hermana pequeña del mejor amigo de Axel, quien está rota después de un accidente donde perdió a sus padres. Axel cree que es feliz porque lo tiene todo: una casa, un trabajo, chicas con las que acostarse, pero surge la duda de si realmente lo es. La historia de ambos personajes se conectarán de nuevo donde los antiguos sentimientos de Leah volverán a despertar y Axel se tendrá que enfrentar a ellos.

Como he dicho antes, los personajes me parecieron bastante indiferentes. Es decir, lo bueno que tiene Alice Kellen es que profundiza muchísimo en los personajes, como pude ver en El día que dejó de nevar en Alaska o en Nosotros en la luna. Sin embargo, en Todo lo que nunca fuimos no llegué a conectar del todo con los protagonistas y que estos no me causaban nada dentro que me hiciera empatizar con ellos. Confieso que no fue durante toda la historia: hubo partes en las que sí logré conectar tanto con Axel como con Leah, sobre todo cuando se referían a la pérdida de los padres de ella, pero creo que la insistencia en este tema me trilló un poco y, encima, para mí, el age gap no me ayudó en nada.

“Puedes equivocarte y cometer mil errores, los humanos somos así, metemos la pata, pero para eso existe también el arrepentimiento, saber decir «lo siento» cuando uno debe hacerlo. Pero, cielo, escúchame, ¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás.”

La historia sí que me enganchó lo suficiente para continuar leyendo y, además, Alice Kellen utiliza su pluma de una forma sublime que ya había visto en anteriores libros. Su vocabulario y sus metáforas me dejan con muchísimas ganas de leer más de ella, además que me parece una autora súper ligera para combinar entre libros más densos. No obstante, el final me pareció incomprensible y no disfruté de nada del conflicto final para dar lugar a la segunda parte. Sinceramente, creo que fue un final que se dio como una oportunidad que se podía desarrollar en Todo lo que somos juntos porque yo lo habría terminado en la segunda parte.

En definitiva, Todo lo que somos juntos es una historia que creo que deja mucho que desear. Al contrario que en otras obras de la autora, no logré empatizar al cien por cien con los personajes y, aunque no me cayeron mal, tampoco lo hicieron para bien. El final me pareció precipitado y oportunista y creo que hubiera estado bien que fuera un libro autoconclusivo. Sin embargo, la historia me enganchó de principio a fin y disfruté conociendo a los personajes en algunos momentos. También me encantó la forma de narrar de Alice Kellen, como siempre, pero creo que no fue suficiente en esta ocasión como para darle una calificación más alta.

El desenlace de la Bilogía «Deja que ocurra». ¿Qué pasará con Axel y Leah?

Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.

Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.

Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.

Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.

Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.

Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

Título original: Todo lo que somos juntos | Autora: Alice Kellen | Saga: 2/2 | Editorial: Planeta | Páginas: 384 | Goodreads

La segunda parte de la bilogía comienza unos años después de la primera parte. Todo lo que nunca fuimos concluyó con un final que no me pareció verdaderamente bueno y, aunque supe que su secuela seguiría con el mismo tema, decidí darle una oportunidad porque la pluma de Alice Kellen siempre me había parecido ligera, fresca y maravillosa.

“El tiempo...el tiempo no lo cura todo. El tiempo calma, suaviza y redondea los bordes más punzantes, pero no hace que desaparezcan.”

Mientras que en el primero los personajes me habían parecido indiferentes, en este me parecieron insoportables. Leah, en vez de haber evolucionado, creo que se se desarrolló del revés. Me explico: aunque haya superado mucho de sus fantasmas, y eso sí que lo valoro, creo que las inseguridades y sus dudas me parecieron demasiado repetitivas, y el personaje demasiado irritable. Si alguien salvó la historia, ese considero que es Axel al cien por cien, que sí me parece que está mejor desarrollado que Leah y mejor construido. Esto hizo que la mayor parte de la historia no me terminara de convencer.

Siguiendo con las comparaciones: mientras que uno me había parecido fresco y ligero de leer, este me pareció un verdadero aburrimiento. Creo que no había un argumento principal por el que moverse más que lo ocurrido en el primer libro ─y, como ya dije, me parecía un final demasiado oportunista─. Me costó leer este libro, para mi sorpresa, y lo terminé en una semana porque no me enganchaba lo suficiente como para seguir con la historia.

La pluma de Alice Kellen, sin embargo, siempre es magnífica y no me cansaré de decirlo. Solo que en este libro sentí como si no existiera un verdadero argumento, lo que me terminó haciendo la lectura más pesada.

En definitiva, Todo lo que somos juntos fue una historia que a mí no me ha merecido mucho la pena. El personaje de Leah me pareció bastante insufrible y solo Axel, bajo mi punto de vista, se desarrolló lo suficiente. Además, tanto la trama como el final no me parecieron lo suficientemente sorprendentes. Sinceramente, fue una gran decepción de final. Tan solo valoro, en esta ocasión, la magnífica pluma de la autora que, como siempre, me parece muy superior.

Para resumir un poco: Todo lo que nunca fuimos, para mí, tendría que haber sido un libro autoconclusivo porque era donde los personajes estaban mejor desarrollados, donde la trama tenía puntos interesantes y un clímax que animaba al lector a seguir leyendo. Sin embargo, en Todo lo que somos juntos, me pareció que el personaje de Leah decaía bastante y que el argumento principal era repetitivo y, en algunas ocasiones, aburrido. Eso sí: valoro muchísimo la pluma de Alice Kellen, que siempre narra de una forma magnífica y sublime y que me deja con muchas ganas de leer más de ella.

Nota media de la bilogía

¿Y vosotros? ¿Habéis leído estos libros o tenéis ganas de hacerlo?

¡Gracias por leer ^^!