Unidos como uno para amarse, para honrarse o para arder. Dos años atrás, Louise le Blanc huyó de su aquelarre y se refugió en la ciudad de Cesarine, donde renunció a la magia para vivir de lo que pudiera robar. Allí, cazan a brujas como Lou. Les temen. Y las queman. Como cazador de la Iglesia, Reid Diggory ha vivido su vida bajo una regla: «No permitirás que ninguna bruja viva». Pero cuando Lou realiza una gran artimaña, tanto ella como Reid se ven obligados a aceptar una situación impensada: el matrimonio. Lou, incapaz de ignorar sus sentimientos que son cada vez más fuertes, pero sin poder cambiar quién es, Lou debe elegir. Asesino de brujas: la bruja blanca se desarrolla en un mundo de mujeres empoderadas, magia oscura y donde los romances son fuera de serie. Cuando lo termines de leer, querrás más.
Título original: Serpent & Dove | Título en castellano: La bruja blanca | Autora: Shelby Mahurin | Saga: 1/3 | Editorial: Puck | Páginas: 480| Goodreads
¡Hola, hola!
¿Cómo estáis? ¡Espero que bien! Yo ya me he puesto al día con muchas de mis lecturas, así que estoy contenta de traeros por aquí algunas reseñas nuevas. Espero que vayáis genial con la nueva rutina y que os estéis adaptando a las medidas de seguridad para el nuevo curso.
Hoy os traigo la reseña de La bruja blanca, el primer libro de la trilogía de Asesino de brujas. Esta es una trilogía a la que le tenía muchas ganas desde hace un tiempo, pero me hice con él hace poco por recomendación de unas amigas y la verdad es que lo disfruté mucho. Aunque la portada no se parezca a la original, creo que es una portada preciosísima.
La historia comienza introduciéndote a un mundo similar a la época de los juicios de Salem pero, en esta ocasión, las brujas no solo son un cuento de fantasía o un cuento de terror que los curas pueden contar a los niños para que se comporten bien; no, son cien por cien reales. Lou es una bruja que trata de sobrellevar su vida en las calles, intentando que los cazadores de brujas o los chassieurs no la descubran. Sin embargo, en un evento de lo más casual, la vida de Lou dará un giro de ciento ochenta grados a conocer a Reid Diggory, el capitán de los chassieurs y el hijo predilecto del arzobispo.
Asesino de brujas se nos presenta bajo dos perspectivas que corresponderán a los personajes principales. Louise le Blanc, o Lou, es una bruja con una personalidad bastante determinante e independiente. Sinceramente, este ha sido mi personaje favorito de todo el libro porque su humor nos es bastante cercano y se asemeja a los pensamientos del lector. Por otro lado, Reid Diggory, es un personaje que disfrutamos profundizando en él y observando su complejidad lentamente. Aunque es un protagonista que al principio nos costará empatizar, a medida que transcurre la historia, le tomas un cariño increíble. Sí que es cierto que hay varias actitudes que me gustaría que la autora cambiara o desarrollara más a lo largo de la trilogía, ya que comprendo que su proceso de deconstrucción es mucho más lento que el de otros personajes.
Sobre los personajes secundarios debo decir que me gustó mucho la dinámica de grupo que nos encontramos de sopetón. Lo cierto es que no me esperaba encontrarme a más de un personaje, pero me gustó conocer a tantas personalidades diferentes y estoy deseando que la autora profundice en estos en el resto de la trilogía.
Ahora que ya he hablado de los personajes, tengo que decir algo: he leído muchas reseñas que hablaban que este libro contenía una relación machista o tóxica. Tengo que disentir completamente, puesto que es eso mismo lo que la autora intenta criticar. Reid ha nacido en un grupo de extremistas religiosos formados completamente por hombres cuya única verdad es la palabra de Dios en la que tratan a la mujer como el demonio, como el puro símbolo de la lujuria, pero también con el pensamiento erróneo de que la mujer debe ser protegida constantemente. Este grupo observa a las mujeres con más libertades (o que piensan de forma diferente) y a las propias brujas como paganas, como mujeres que no desean seguir a Dios. Debo decir que me ha parecido la simple representación del patriarcado y de cómo este se une a la religión para eliminar los derechos a las mujeres. Las brujas, por el contrario, son un símbolo que representa el hembrismo o el matriarcado mismo. Ellas tratan a los hombres a la inversa que en el caso anterior.
Me parece muy interesante este punto porque, en varias ocasiones, vemos que Lou es la mismísima representación de la igualdad de derechos y del feminismo. Es una mujer que simboliza más el equilibrio entre ambos pensamientos y, como tal, intenta de hacer de puente entre dos puntos.
La historia de Asesino de brujas es maravillosa porque contiene un ritmo trepidante que anima a leer capítulo tras capítulo. Es cierto que, al principio, me costó un poco introducirme en este mundo nuevo, pero, una vez dentro, no pude dejar de leer. Además, el enemies to lovers, que es uno de mis clichés favoritos, le da un toque todavía más interesante a la historia porque está muy bien desarrollado. El final está lleno de acción y también de giros argumentales que te dejan con ganas de saber más de la historia. Es cierto que algunos plot twists me sorprendieron más que otros pero, en definitiva, todos me gustaron mucho y tengo ganas de ver lo que ocurre en el siguiente libro.
El único punto negativo es que me faltó algo de contextualización en el mundo y más explicaciones sobre la magia, los grupos de brujas y todo ese tipo de cosas, ya que se centró mucho más en la relación amorosa. Creo que la autora aún nos debe explicar todavía algo más sobre este mundo y que se quedaron un montón de cosas en el tintero.
La pluma de Shelby Mahurin me ha gustado mucho, ya que es muy atrapante. No había leído a la autora, pero, sinceramente, me muero de ganas de que salga la segunda parte de Asesino de brujas.
En definitiva, La bruja blanca es un buen inicio a una trilogía fantástica situada en una época similar a los juicios de Salem y cuyos protagonistas me han gustado mucho, aunque siento que les falta algo más de desarrollo. Tengo ganas de leer la segunda parte para descubrir más sobre este mundo y sobre la magia que le rodea (sobre todo después de ese final impactante), ya que siento que la autora dejó de lado la contextualización para centrarse y desarrollar bien el enemies to lovers.